Si se tiene en mente que el Derecho internacional público tiene como función principal la de establecer un orden jurídico en donde se plasmen los derechos y deberes de los Estados, y que la costumbre es su base, se podría concluir que la teoría que trata a ésta última debería estar perfeccionada al grado que su aplicación brindará seguridad y confianza. Sin embargo, la anterior conclusión no es del todo válida, pues el poco tratamiento que hasta ahora se le ha dado a dicha teoría, ha provocado que los miembros de la comunidad mundial rechacen las aplicaciones prácticas que con dificultad se le tratan de dar a la misma. El propósito del presente escrito es cumplir con dos objetivos principales: el primero es presentar un panorama completo de lo que es la piedra angular de la costumbre internacional, es decir, los elementos necesarios para su existencia y formación, para efectos de dar a conocer las diversas posturas y problemas que en esta poco difundida disciplina existen. En segundo término, se trata de dar un poco de luz a la oscura y ambigua teoría, reformulando algunos de sus aspectos.