Se intentó establecer conducta vocal imitativa en un niño de seis años con características conductuales definidas como mutismo electivo. La línea base de la conducta vocal fue cero. En el primero de cuatro experimentos se analizó el efecto de la proximidad física del reforzador sobre la conducta imitativa del sujeto; también se analizó un procedimiento de imitación generalizada. Ninguno de los procedimientos anteriores desarrolló la conducta imitativa del sujeto. En el segundo experimento se empleó un segundo procedimiento para entrenar la imitación generalizada. La intersección de estímulos de prueba entre la conducta imitativa de entrenamiento tampoco fue eficaz para el desarrollo de conducta imitativa vocal. Un tercer experimento exploró los efectos de incluir estímulos vocales dentro de la categoría de conducta de entrenamiento en la generalización de la imitación. Este procedimiento fue eficaz para desarrollar una clase de respuestas imitativas que incluyera dentro de sus miembros a la conducta vocal. Un cuarto experimento se llevó a cabo para generalizar la conducta vocal a otro experimentador. El desvanecimiento de los estímulos fue suficiente para llevar a cabo la transferencia del control de estímulos.