Las calificadoras de valores a nivel internacional aparecen en 1837 en la ciudad de Nueva York dando paso a una nueva gama de servicios en el factor financiero. Hoy en día estas instituciones representan una parte importante dentro del sistema financiero de los países. En el sistema financiero mexicano dichas instituciones aparecen en 1989 y se encuentran ubicadas como entidades de apoyo, las cuales proporcionan calificaciones a diversos sectores de negocios orientados a los Inversionistas en la toma de sus decisiones. La importancia de estas instituciones no se limita a brindar calificaciones a las emisiones, sino además otorgar beneficios adicionales tales como el detectar las fuerzas y debilidades de la empresa, para poder operar en un futuro.