El estudio de la relación entre la naturaleza y las ciudades ha tenido un crecimiento exponencial durante las últimas décadas debido a la decadencia medioambiental que se ha presentado alrededor del mundo tras siglos de actitudes negligentes e ideologías antropocéntricas. Las urbanidades han tenido un papel fundamental en el desarrollo de fenómenos ambientales como el cambio climático, la contaminación y la deforestación, y como consecuencia, han sido las protagonistas en la alteración del funcionamiento natural de los ecosistemas. Entendiendo el impacto de las ciudades sobre esta problemática y con base en sus antecedentes, la ciudad de Monclova cumple con las circunstancias antes mencionadas, y es definida como sujeto de análisis y acción para el desarrollo de un plan de restauración ecológica con base en la renaturalización urbana. Este modelo se trata de una estrategia ecosocial que permite el aumento de la resiliencia de las ciudades frente al cambio climático y fomenta la transición hacia nuevos sistemas que reintegran el entorno natural y potencializan los servicios ambientales para la ciudad. Las problemáticas identificadas a partir del análisis urbano requieren una metodología que involucra una intervención urbana-paisajística abordada desde tres escalas, comenzando por la territorial, enfocada en la propuesta de estrategias hidrológicas, la creación de corredores verdes y el mejoramiento de la infraestructura y los sistemas de movilidad. La transición a una segunda escala, la urbana, tiene como objetivo el rediseño de la red de vialidades, así como la creación de sub-ecosistemas que retomen los ejemplares de la paleta vegetal nativa, hasta llegar al detalle de una intervención paisajística a escala de sitio que ejemplifique las posibles intervenciones compatibles con la visión del proyecto, concebida como un jardín botánico.